No obstante, el diseño y aprobación de una nueva Ley Electoral tiene muchos obstáculos. En primer lugar, la tecnicidad y las consecuencias múltiples de cada retoque hacen difícil al gran público idear alternativas razonadas y presionar desde la calle. En segundo lugar, la mayor parte de las propuestas ‘indignadas’ van en contra del status quo, lo que las hace muy incómodas por parte de los partidos que disponen de la mayoría en el Congreso y que podrían aprobar un nuevo sistema.
etiquetas: 15m, indignados, ley electoral, democracia